La Unión Industrial Argentina reclamó que la actividad sea declarada esencial.
El conflicto sindical en la Terminal Puerto Rosario –que se originó por el despido de 25 empleados– mantiene paralizadas hace más de un mes las actividades y afecta cada vez más a las empresas, especialmente industrias, que no pueden retirar productos e insumos para la producción.
Si bien el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, la actividad no se retomó y se espera una nueva reunión este jueves entre el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y representantes de la empresa TPR (Terminal Puerto Rosario), cuyos titulares son Vicentín y la chilena Ultramar, donde se intentará destrabar el conflicto que paraliza las operaciones en el estratégico puerto.
“La actividad lleva más de un mes paralizada y hay 1.000 containers que no pudieron ser retirados. Eso afecta a las industrias automotrices, de electrodomésticos y a todas en general que no pueden acceder a insumos y repuestos con particularidad en la zona de Santa Fe y Córdoba”, explicó a Infobae Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
“Se generan problemas en la producción, por falta de insumos y por deterioro de la mercadería, especialmente en los casos que requieren refrigeración. Tenemos relevado que de los 1.000 containers que no pudieron retirarse, más de 700 fueron identificados como industriales. Estamos urgidos porque se va a comenzar a ver afectado el trabajo”, agregó Funes de Rioja.
En Santa Fe aseguran que la cifra de containers varado es de al menos un 50 por ciento más.
A través de una carta enviada a la ministra de Trabajo Raquel Olmos, la UIA manifestó su preocupación por la paralización de la actividad en el Puerto de Rosario y alertó que la medida afecta “gravemente” a cadenas de valor productivas, lo que puede tener impacto en el abastecimiento del mercado interno y exportador.
“Las perdidas son millonarias, sin dudas. Las podremos calcular recién el los próximos días. No se puede producir porque no hay insumos, hay sobrecostos logísticos y está el costo de devolver los containers que si no es a tiempo se pagan multas”, aseguró uno de los industriales perjudicados.
La paralización de la actividad -que se dio en la terminal de contenedores pero no impactó en el transporte de granos- impactó en el transporte de carga de insumos de uso difundido, productos perecederos e incluso críticos. Por eso se vieron afectados sectores como empresas alimenticias y farmacéuticas. Además, al ser una de las vías principales del circuito logístico, la situación complica la operatoria de comercio exterior para las empresas locales.
La cámara industrial alertó sobre la situación de empresas alimenticias, automotrices y exportadoras de electrodomésticos que tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior. Y pidió a la cartera de Trabajo que se declaré a la actividad portuaria como “servicio esencial”.
Las empresas automotrices que operan en el corredor Santa Fe-Córdoba, como General Motors, Renault y Nissan no pueden acceder a insumos necesarios para la producción. En ese momento, las plantas se encuentran en una parada programada, que se extenderá hasta mediados de enero, pero requieren las piezas para poder retomar la producción a partir de esa fecha.
“A los problemas habituales para las importaciones ahora se suma este tema. Es muy preocupante. No se puede cumplir con pedidos y compromisos ya asumidos. Hay varias empresas que ya decidieron dejar de operar en el puerto de Rosario y pasar a Zárate. Pero eso no soluciona el tema puntual de que los contenedores siguen ahí. Nadie es muy optimista porque vemos posturas muy inflexibles de ambos lados, de la empresa y el sindicato”, aseguró otra fuente empresaria.
El secretario general del gremio, César Aybar, explicó que los 25 empleados que fueron despedidos, 20 fueron reincorporados y los restantes no, porque habían sido despedidos con causa, aunque recibirán la indemnización correspondiente.
En declaraciones al medio santafesino Conclusión, Aybar advirtió que luego de la conciliación obligatoria varios empleados no pudieron ingresar a trabajar, pese a que esto estaba previamente acordado en el marco de la conciliación. El sindicato viene de lograr una recomposición salarial del 100 por ciento.