En las últimas semanas había circulado el rumor sobre un posible cambio de abogado para Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, dos de los rugbiers condenados a 15 años de prisión por el asesinato de Fernando Báez Sosa. El nombre que surgió fue el de Miguel Ángel Pierri, quien después de algunos idas y vueltas, no terminó llegando a un acuerdo para defender a los jóvenes.
Mucho se especuló sobre los honorarios que cobraría el letrado por asumir la defensa para la apelación de alguno de los jóvenes. A fines de enero, en una nota de Forbes Argentina, se informó que la cifra del abogado penalista rondaría los “200 mil dólares para defenderlo de punta a punta”, pero en ese caso era desde el inicio del juicio hasta la apelación en la Corte Suprema de la Nación.
La palabra de Miguel Ángel Pierri
«Aún no arregle y la verdad es muy poco plazo que queda para trabajar», explicó el letrado al medio Perfil, haciendo referencia a que en pocos días vence el período para presentar la apelación del fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores ante la Cámara de Casación bonaerense.
No obstante, no cerró la puerta a asumir la defensa de los dos condenados: «Igual me siguen hablando», confirmó.
Al ser preguntado sobre los motivos por los que todavía no fue confirmado como representante de Cinalli y Viollaz, el letrado respondió a las especulaciones: «El tema de fondo es el económico».
Respecto a cómo continuarán los dos jóvenes frente a la Justicia, Pierri sentenció: «Seguramente seguirá el doctor (Hugo) Tomei [a cargo de la defensa] o alguno de los colegas que ofrecieron sus servicios a cambio de prensa».