Rusia disparó misiles de crucero contra ciudades de Ucrania, entre ellas a la capital Kiev, matando a civiles y dejando sin electricidad y calefacción. En ese sentido, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que los ataques fueron realizados como venganza por las acciones militares ucranianas.
Según NA, los misiles impactaron en intersecciones concurridas, parques y sitios turísticos en el centro de Kiev con una intensidad que no se vio incluso cuando las fuerzas rusas intentaron capturar la capital a principios de la guerra.
Al mismo tiempo, se informaron explosiones en Lviv, Ternopil y Zhytomyr en el oeste de Ucrania, Dnipro y Kremenchuk en el centro del país, Zaporiyia en el sur y Kharkiv en el este.
En ese sentido, Putin dijo que había ordenado ataques «masivos» de largo alcance contra objetivos ucranianos de energía, comando y comunicación, utilizando misiles disparados desde aire, mar y tierra, en respuesta a lo que describió como ataques terroristas.
De esa manera, el líder ruso determinó: «El régimen de Kiev, con sus acciones, se ha puesto al mismo nivel que las organizaciones terroristas internacionales. Con los grupos más odiosos. Dejar tales actos sin respuesta es simplemente imposible».