Rodrigo De La Faba, cardiólogo, habló con Primero Bahía sobre los cuidados del corazón.
«La experiencia de la vida, la especialidad que elegís, no es lo mismo como se maneja un médico clínico que otra especialidad, uno cuando se forma en la residencia te marca a fuego todos estos temas, tratando de mejorar la comunicación médico-paciente, uno primero tiene que transmitirle la definición de la gravedad sin confirmarselo porque siempre se necesitan dos o tres estudios que llevan días, ahí está el arte de la medicina, hay que ser claros y nuestro principal desafío es no sobre estimar lo que hay que decir, sino que el paciente interprete lo que le pasa», comenzó diciendo De La Faba.
Además refirió que «ahora las decisiones se toman entre el paciente, la familia y el médico. Cuando es una mala noticia se habla en un lugar privado con las posibilidades de llevar a cabo tratamiento. Todo se charla y se va preparando, cuando el paciente viene con síntomas ya sabe que algo puede tener».
«El corazón es muy permeable, tiene un sistema cardionector que recibe información del sistema simpático, que es el de alerta y el parasimpático para toda la información, el tema de las emociones impacta en todos los sentidos, eso llega al cerebro, lo metaboliza y hace que el corazón aumente su frecuencia cardíaca, en las noticias buenas, deportes y demás se liberan sustancias que bajan la frecuencia cardíaca, en las malas es al revés. Hay que cuidar de las emociones», consideró el cardiólogo.
Para cerrar dijo que «Muchos argentinos están pasando un estrés crónico, hay que protegerse a través de los hábitos saludables. El trastorno del sueño, tener palpitaciones, aumento de presión y ya cuando hay dolor de pecho ya es más grave. El paciente ya llega con el diagnóstico, el organismo se contrae y se pone en situación de alerta. Nos estamos preparando en el hospital porque sabemos que va a haber mucha gente que pase al sector público».