“La decisión es seguir en carrera y acelerar a fondo hasta el final”, mencionaron fuentes que trabajan en el armado nacional del gobernador saliente.
La campaña presidencial de Juan Schiaretti se terminó de fortalecer con los resultados de las dos victorias de “Hacemos Unidos por Córdoba” en territorio local, y desde el espacio ven altas chances de llegar a las generales.
Días atrás, Juntos por el Cambio nacionalizó la elección municipal de la ciudad para capitalizar el resultado que no fue. Como arma de doble filo, la sorpresiva definición para las planas mayores del partido amarillo, terminaron beneficiando al peronismo local, reconfigurando el tablero de juego de Schiaretti hacia las PASO.
El triunfo de Martín Llaryora en las provinciales y el batacazo que logró el gobernador electo poniéndose al frente de la campaña municipal, revirtiendo los 18 puntos de diferencia que tenían con el candidato de JxC, fueron fundamentales para el futuro político de Schiaretti. Este resultado fue un quiebre en la estrategia de campaña hacia la presidencia y el renacimiento de las intenciones de concretar sus aspiraciones nacionales. El equipo entre un Schiaretti estadista y un Llaryora ideólogo y tenaz se complementan para logran una propuesta federal desde el interior.
Los votos de la Provincia de Buenos Aires tienen un peso histórico, pero los de Córdoba se han vuelto un bien preciado a la hora de juntar puntos, como lo fue en 2015 para Mauricio Macri. ¿El diferencial? Esta vez la provincia del interior cuenta con un jugador local que tiene un 75% de imagen positiva en territorio propio, y que en su última elección del 2019 retuvo el bastión con un resultado histórico, ganando con el 60% de los votos.
Candidatos de otros frentes, tanto opositores como del oficialismo nacional, continúan llegando a Córdoba con mensajes que intentan pegar al peronismo local con el kirchnerismo para pescar votos, pero el electorado cordobés ha demostrado desde el 2015 ser anti “K” y entiende que Hacemos Unidos por Córdoba nada tiene que ver con el frente que gobierna a la Argentina, razón por la cual lo sigue eligiendo en las urnas.
Primera parada: 13 de agosto
Hoy la intención de voto de Schiaretti para la presidencia en Córdoba ronda el 45% lo que podría darle una base de 4 puntos para arrancar.
En su distrito, el discurso del gobernador transita en provincializar la elección lo que le permitiría atrincherar el territorio para cuidar los votos locales, tomando como eje el resultado de su gestión. A nivel nacional continúan cerrando acuerdos con dirigentes peronistas que están por fuera del kirchnerismo, apartándose de la grieta, llevando el “modelo Córdoba” y expresando la necesidad de contar con representación desde el interior.
Los vínculos que se están tejiendo y con quienes ya están trabajando en tándem son con: Rodríguez Saá de San Luis; Sergio Uñac de San Juan quien se ha comunicado para apoyar; Carlos Rovira de Misiones; el Senador Camau Espinola de Corrientes; Florencio Randazo en Buenos Aires; Diego Bossio en Capital Federal quien es también jefe de campaña del frente electoral; Chiche Duhalde, en Santa Fe junto al Socialismo que cuenta con un piso de 10 puntos, entre otros.
Desde su entorno mencionan que, ante un panorama positivo, el candidato de Hacemos Unidos por Nuestro País podría alcanzar los 8 puntos, y siendo optimista llegar a los 10, logrando así entrar de lleno a la conversación nacional. Frente a su suma, se encuentran a los dos dirigentes de JxC que rondan entre los 16 y 17 puntos, y un Sergio Massa que puede seguir cayendo cuando se den a conocer los últimos datos de la inflación. Al fin y al cabo, la única encuesta es la del propio 13 de agosto: ahí se verá si Schiaretti entra en la foto de los cuatro destacados y si pasa a la segunda ronda.
Sin acuerdo con Juntos por el Cambio
Hace dos meses atrás, previo a las elecciones en Córdoba, el acuerdo entre Schiaretti y Rodríguez Larreta tenía chances de concretarse. El escenario electoral en Córdoba metió en el frízer posibles negociaciones y actualmente confirman que no hay conversaciones con Juntos por el Cambio para las PASO. Al contrario, lo consideran como operaciones para desinflar a Schiaretti de cara al 13 de agosto próximo, y recuperar los votos con los que contó el macrismo. Habrá que ver qué sucede después de esta fecha.
En Córdoba, quienes juegan la partida son Patricia Bullrich con apoyo de Luis Juez, Horacio Rodríguez Larreta quien logró un amplio respaldo del radicalismo después de las municipales, Sergio Massa quien tiene de aliados a intendentes del interior provincial que se fueron de Hacemos Unidos por Córdoba, y Javier Milei con una alta intención de voto y quien estuvo esta semana desfilando con su caravana por San Francisco, Alta Gracia, Carlos Paz y Córdoba Capital, en una visita improvisada.
El martes y miércoles de esta semana Juan Schiaretti desembarca en CABA con una agenda intensa de reuniones y participación en medios.