En una gala especial en la que Santiago del Moro ingresó a la casa, el público decidió salvar a Agustín y Ariel, por lo que el Conejo debió abandonar la competencia.
Santiago del Moro abrió la gala de este lunes con una valija en su mano. “Esto es Gran Hermano”, dijo a los gritos. Y anunció que se había traído ropa cómoda porque, en el día de la fecha, iba a entrar a la casa con una sorpresa. “Tengo las mismas inquietudes que tenés vos”, confesó el conductor. Y explicó que iba a presentar la prueba por el auto 0 km.
El conductor entró por primera vez a la casa mediante la pantalla para hablar con los jugadores. Julieta le dijo que la había pasado “de diez” en su cumpleaños gracias a la pool party y que no se lo iba a olvidar nunca en su vida. Entonces dialogó con los nominados. “Estoy nervioso, desde el jueves que no pego un ojo”, dijo el Conejo. Agustín, en cambio dijo que era su sexta nominación y que estaba “tranquilo esperando el apoyo de la gente”. Ariel, finalmente, se mostró muy compungido: “Pensar en irse de acá es una locura”. Así que todos pidieron que el público los acompañara.
Del Moro les comunicó a los hermanitos que el premio del ganador era 15 millones de pesos más una casa, pero que ese dinero en efecto había sido invertido en una famosa aplicación de pagos por lo que se habían sumando más de 2 millones de pesos de intereses.
Santiago se subió al auto que lo llevaría a la casa de Gran Hermano. “He hablado mucho con ellos pero es la primera ve que voy a entrar”, dijo el conductor que mostró todo el trayecto en vivo. “Hay tensión y voy a entrar yo”, adelantó. “Toda la vida quise hacer esto”, agregó antes de llegar a destino.
Cuando ningún participante se lo esperaba, Santiago del Moro hizo su ingreso a la casa de Gran Hermano. “Uh, entra alguien”, dijeron al ver la mano del conductor saludando detrás de la puerta. Y empezaron a especular con quien podría ser, preguntándose si no era Coti. Finalmente, todos empezaron a saltar abrazados al rubio. “Tengo poco tiempo y muchas cosas para decirles”, anunció él.
Entonces les dejó la valija y les dijo que no lo podían abrir hasta que la producción los autorice. “Es una sorpresa grossa”, dijo del Moro. Y se puso a recorrer la casa junto a los participantes, probando un poco de la salsa que Romina estaba preparando para la cena. Después, les anunció a los que ingresaron en el día del debut que iban a tener la posibilidad de participar por un auto 0 kilómetro, que ya estaba en la zona de competencia.
Del Moro mantuvo una breve charla con los participantes para darles ánimo para que siguieran adelante en la competencia sin bajar los brazos. “Acá lo que te juega es la cabeza”, les explicó mientras el rating marcaba más de 24 puntos. Y les pidió que no le dieran importancia a los gritos del afuera. “Esta es una experiencia única en la vida”, les remarcó. Y la Tora le respondió que era “el mejor conductor” que les podía haber tocado. “Te consideramos un amigo”, agregó Alfa.
Santiago entró al confesionario y señaló que el lugar era mucho más grande de lo que esperaba. “Estoy muy feliz de verlos a los chicos acá en la casa. Es como ver a una familia funcionando. Hay olor a tuco y la casa está limpia”, remarcó el conductor. Entonces, Gran Hermano le dio la bienvenida y le dijo que era un placer tenerlo allí. “Es increíble cuando esa puerta se abre porque es pasar de la realidad a otro contexto”, dijo del Moro. Y pidió que, una noche, lo dejaran quedarse a dormir allí.
El conductor pidió el cierre parcial de las votaciones para anunciar quién era el primer salvado de la noche gracias al público. “No sé qué puede pasar con esta placa”, dijo del Moro desconcertado con lo que podía contener el sobre que tenía en su poder. Y, tras llamar a los participantes y felicitarlos por la situación en que encontró la vivienda, reveló el misterio. “Por decisión del supremo quien sale de placa y continúa en competencia es…Agustín”. El joven de La Plata recibió el 15,8 % de los votos. De esta manera, quedaron a un paso de la eliminación Ariel y el Conejo.
Santiago del Moro pidió el cierre definitivo de las votaciones. Y, después de felicitar a los dos participantes en placa, anunció que ya tenía el nombre del jugador que debía abandonar la competencia esa misma noche. “Por decisión del supremo quien abandona la casa de Gran Hermano es…Alexis”. En ese momento, Ariel se puso a llorar de la emoción, mientras el Conejo se despedía de sus compañeros. Recibió el 56,19 % de los votos del público, frente al 43,81 que obtuvo su contrincante.